El Libro Blanco
de la Unión Europea de 1997, por el que se establece una estrategia y un Plan
de Acción comunitario en el campo de las energías renovables, es el marco de
referencia para el resto de planes sectoriales y nacionales de los países
miembros. Una vez fijado como objetivo a alcanzar en 2010, una cuota renovable
del 12% en la producción de energía, se plantearon metas para cada fuente de energía
renovable. Si se mantiene el ritmo de crecimiento actual, las 69.000 ktep
procedentes de biomasa previstas para 2010 quedarán muy lejos de las 100.000
ktep establecidas por el Libro Blanco.
El Plan Europeo de Acción de la Biomasa
intenta corregir esta tendencia y basa sus objetivos en garantizar un
abastecimiento adecuado actuando en todos los sectores afectados, no sólo en el
energético, sino también en la agricultura, la generación de residuos, la
selvicultura, la industria, el desarrollo rural y el medio ambiente en general.
El 28 de febrero de 2006 finalizó el plazo dado a los Estados 5 Futuro de la
biomasa 103 Miembros para enviar sus contribuciones al debate sobre el Plan que
aprobó la Comisión en diciembre de 2005.
Desde esta fecha dos han sido los
documentos fundamentales que estructuran el proceso de debate. En primer lugar
el documento 7446/06, que sintetiza en unas pocas páginas las contribuciones
remitidas por 22 de los 25 Estados Miembros (Letonia, Malta y Luxemburgo no
enviaron sus informes nacionales), y en segundo lugar el documento 7824/06, que
es el primer borrador de conclusiones del Consejo sobre el Plan. Así, y
teniendo en cuenta que el documento 7446/06 fue aceptado de forma general en el
Grupo de Trabajo de Energía, el primer borrador de conclusiones del Consejo es
poco más que un resumen de aquel, sin que presente diferencias importantes
respecto al anexo de medidas recogidas por la versión del Plan de Acción de
diciembre.
Fuente: Plan de Acción de Biomasa
La Comisión refleja una serie de puntos en este Plan que pretenden trabajar en una propuesta legislativa para fomentar el uso de energías renovables, incluyendo la biomasa, en calefacción y refrigeración. Examinar la posibilidad de enmendar la directiva de edificios para incrementar los incentivos al uso de energía renovable, estudiar cómo mejorar los resultados de las calderas de biomasa domésticas y reducir la contaminación, con el objetivo de establecer requisitos en el marco de la directiva de eco-diseño. Animar a los propietarios de redes de calefacción centralizadas para que las modernicen y empleen como combustible biomasa y animar a los Estados Miembros que aplican un IVA reducido al gas y la electricidad para que apliquen la misma reducción a los sistemas de redes de calefacción centralizada.
Además de estas
prácticas, la Comisión pretende estudiar el desarrollo del esquema de cultivos
energéticos y financiar una campaña para informar a los agricultores y
propietarios forestales sobre las propiedades de los cultivos energéticos y las
oportunidades que ofrecen. Por otro lado, la Comisión ha presentado un Plan de
Acción Forestal en el que el uso energético del material forestal tiene una
parte importante.
Fuente: Energía de la biomasa
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